IDEAS PRINCIPALES
“Las representaciones de los
estudiantes de maestro sobre las
Ciencias Sociales: ¿cuáles son?, ¿cómo aprovecharlas?”.
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En
las futuros dicentes deben hacerse reconstrucciones del pensamiento pedagógico.
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La
reconstrucción implica un proceso de construcción de esquemas de pensamiento y
acción critico consolidadas.
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Modelo
de Marbeau pretende mejorar la formación inicial de los maestros a través de la
investigación de los problemas de la
práctica aplicando algunos principios
del constructivismo.
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Consiste
en una constante relación entre los
conocimientos disciplinares, los alumnos, el medio escolar y sus necesidades.
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La formación de maestros generalistas se
adquiere a través de didácticas específicas.
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Para
Adler los cursos de didáctica de las ciencias sociales debe basase en la
indagación reflexiva sobre las prácticas y sus problemas.
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Para
facilitar la reconstrucción del pensamiento pedagógico de los futuros docentes
debe existir coherencia entre las intenciones y los propósitos del curriculum.
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La
práctica socializadora de la escuela se incorpora el pensamiento, sentimiento y
la acción de los futuros docentes para construcción de un pensamiento
pedagógico práctico.
·
El objetivo básico de la Formación
inicial de los maestros ha de ser la reconstrucción del pensamiento pedagógico.
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El currículo de didáctica de los C.S
de educación Especial pretende que los estudiantes analicen sus
representaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias soviales,
analicen interpreten y valoren el curriculum del área de conocimiento del medio
social y cultural y la práctica de la enseñanza. Aprendan a tomar decisiones
curriculares ya intervenir en la práctica creativa y críticamente
·
Planificación:
a)
Selección de contenidos y sus
secuencias
b)
Métodos de enseñanza y estrategias
de aprendizaje.
·
·
El
conocimiento didáctico se debe construir desde la práctica y para la practica
·
El
concepto de perspectiva abarca las ideas conductas y contextos de los actos de
enseñanza
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Las
representaciones de los estudiantes de maestro sobre las asignaturas que
tendrán que enseñar, deberían constituir el punto de partida de la programación
de las didácticas específicas.
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El
modelo propuesto por Marbeau y sus colegas del Institut National de Recherche
Pégagogique (1990) consiste en una constante relación entre los conocimientos
disciplinares, los alumnos, el medio escolar y sus necesidades, y tiene como
finalidad conducir a los profesores a la maîtrise de l'action didactique., pretende mejorar la formación
inicial de los maestros a través de la investigación de los problemas de la
práctica aplicando a la formación del profesorado algunos principios del
constructivismo.
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El
modelo se articula en tres fases:
a) la reflexión teórica de las
representaciones sobre la enseñanza de la historia y de la geografía ocupa el
lugar fundamental y conduce a la reflexión epistemológica;
b) las prácticas en clase;
c) el análisis y teorización de las prácticas,
es decir, la reflexión crítica sobre lo que ha sucedido en el aula, sobre la
transposición didáctica, para a partir de ella volver a la reflexión teórica, y
a una nueva aplicación práctica en otro campo conceptual.
Adler
(1991), en su revisión sobre la formación inicial de maestros para enseñar
ciencias sociales, destaca la necesidad de indagar en las perspectivas y las
representaciones de los estudiantes de profesor, en las prácticas de enseñanza
y en el análisis de los contextos institucionales y sociales donde estas
prácticas se realizan.
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Las
investigaciones de las representaciones o de las ideas previas sobre las
ciencias sociales y su enseñanza de los futuros docentes incluyen aspectos
tales como las perspectivas sobre las ciencias sociales las representaciones
espaciales de los estudiantes de geografía y de los futuros maestros, las
epistemologías de los futuros maestros para pensar históricamente, el concepto
de historia, el concepto de tiempo histórico, las necesidades sentidas por el
alumnado de la antigua especialidad de ciencias sociales o humanas durante su
formación, el pensamiento y la acción del futuro docente de ciencias sociales,
ETC.
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El
concepto de perspectiva tal como lo formulan Goodman y Adler (1985) es el que,
en mi opinión, tiene más potencialidades para ser utilizado en la formación
inicial. Para estos autores, el concepto de perspectiva abarca las ideas,
conductas y contextos de los actos de enseñanza concretos. Tiene en cuenta las
situaciones vividas en la escuela y en el aula, su interpretación desde las
experiencias y las creencias, y su traducción en las conductas. Su formación se
inicia con la escolaridad y se desarrolla a lo largo de la misma. La indagación
sobre las perspectivas de los estudiantes de maestro, su origen y desarrollo,
su relativa resistencia al cambio, y el predominio de unas perspectivas sobre
otras debería ser, en opinión de estos autores, uno de los ejes de la formación
inicial de los maestros.
La detección de las
representaciones sobre la enseñanza de las ciencias sociales de los estudiantes
de maestro de Educación Especial. Contexto, objetivos, instrumentos y
resultados.
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El
plan de estudios de la titulación de maestro de Educación Especial de la U.A.B.
tiene por objetivo preparar a maestros especialistas para asesorar a los
maestros de educación primaria e intervenir en sus aulas a fin de ayudarles a
solucionar aquellos problemas de aprendizaje derivados de situaciones
"especiales" detectadas entre el alumnado.
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La
formación como maestros generalistas se adquiere fundamentalmente a través de
las didácticas específicas, y en el caso que nos atañe, a través de la
didáctica de las ciencias sociales, asignatura ubicada en el segundo curso con
una carga lectiva de seis créditos.
De las representaciones previas al
análisis de las decisiones curriculares.
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La
experiencia vivida, su recuerdo y su valoración constituye un elemento básico
de las representaciones de los estudiantes de maestro.
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A
continuación, para analizar las decisiones que deben tomarse al planificar la
acción, al programar, y al analizar y valorar el curriculum del área y los
materiales curriculares a disposición del profesorado. Sin pretensiones de
exhaustividad, y a modo de ejemplo, las representaciones se utilizan en:
1) el análisis de los componentes de la
enseñanza y de la coherencia de cada modelo curricular. A partir de los
trabajos ya citados de Evans para la enseñanza
de la historia, y del trabajo de
Thornton (1991) sobre la enseñanza de la geografía en 4º de primaria se indaga
sobre las características de los diferentes métodos de enseñanza. Utilizando la
transcripción de clases de geografía e historia, los estudiantes analizan y
valoran los contenidos que se enseñan, quién los selecciona y por qué; la
relación entre estos contenidos, la vida de los alumnos a quienes van dirigidos
y los problemas de la sociedad; la relación entre estos contenidos y la ciencia
geográfica; las fases de la enseñanza y los recursos con que cuenta cada
maestro; el aprendizaje de los alumnos y las interacciones que se producen en
clase; etc... El debate posterior y la aplicación de los conocimientos
adquiridos a otros casos, permite ir comprobando el grado de resistencia o de
flexibilidad de sus representaciones.
2) el análisis de las decisiones
curriculares. La planificación de la acción se plantea a partir de una unidad
didáctica sobre el cambio y la continuidad en la evolución de una ciudad. Antes
de presentar la unidad con los materiales necesarios para su enseñanza, se
detectan sus ideas previas sobre el concepto de tiempo histórico y el cambio y
la continuidad. Se realizan, además, algunas de las actividades propuestas en la
unidad, y se identifican y valoran los supuestos teóricos de las mismas y de
sus contenidos. En el análisis de las decisiones tomadas en la planificación de
la unidad se tienen en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:
a) la selección de contenidos y su secuencia. Los
estudiantes utilizan para analizar los contenidos los trabajos de Clary (1988)
sobre la historia y las escuelas historiográficas, Pagès (1988, 1989) sobre el
tiempo histórico, Pozo (1985) sobre la historia y los problemas de su aprendizaje,
y la propuesta de Mattozi (1988) sobre la secuencia de los contenidos
históricos en la enseñanza primaria;
b) los métodos de enseñanza y las estrategías de
aprendizaje. Los estudiantes disponen como materiales de referencia de una
selección de textos de la obra de Zubiria (1987) sobre objetivos y métodos de
la enseñanza de las ciencias sociales, y del esquema presentado por Pollard y
Tann (1993) sobre las características de los modelos de aprendizaje
conductista, constructivista y constructivista social. En ambas actividades la
relación con la experiencia vivida es constante. Esta relación se refuerza,
además, por el protagonismo que asumen los estudiantes de educación especial en
la construcción de sus conocimientos en didáctica de las ciencias sociales. La
metodología de enseñanza se basa en los supuestos del constructivismo social y del aprendizaje
cooperativo aunque no se descartan las clases expositivas ni la utilización de
estrategías de descubrimiento. El número de créditos de que dispone la asignatura
dificulta la posibilidad de una relación más directa con los problemas de la
práctica. Desde didáctica de las ciencias sociales solamente se realiza la
tutoria del practicum de un grupo de diez alumnos, con lo que la comprobación
del grado de utilización de estos conocimientos en el análisis de la práctica y
en la intervención en ella se reduce a una pequeña parte del alumnado. Sin
embargo, los resultados de este enfoque parecen positivos y ler permiten
cuestionar su experiencia y sus representaciones.
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